domingo, 15 de agosto de 2010

Interesante nota sobre El Pibe Cabeza y su paso por Colón.





Reproducimos la nota que fue publicada en el desaparecido Bisemanario El Pueblo de la ciudad de Colón el día viernes 3 de marzo de 1995, sobre el famoso delincuente conocido a través de la historia como “El Pibe Cabeza” y que nació en Colón y según esta fuente estaría sepultado en el cementerio local. Escrito con el estilo muy particular de El Pueblo y por ahí con muchas imprecisiones es sin embargo un documento de importante valor histórico, por los lugares que menciona, muchos de los cuales no han cambiado demasiado. Acá le transcribimos la nota completa tal cual fue publicada y con algunas notas de GQTVA con la única intención de ilustrar sobre algunos datos que a los jóvenes o los que no son de la ciudad se les pueden escapar.

Historia del tristemente célebre colonense, “El Pibe Cabeza”, convertido en enemigo público Nº 1

Si se busca el prontuario número 2698 de la sección Robos y Hurtos de la Policía Federal, al leerlo, uno se puede enterar que el “Pibe Cabeza” se llamaba Roberto Gordillo, aunque en ocasiones usaba los alias de “Rogelio” o “Juan Romano”. Sus padres eran Segundo Gordillo y Gregoria Lagarda, su profesión fue peluquero y nació en Colón Bs. As. un 9 de junio de 1910.
En su frondoso historial delictivo se encuentra entre otras cosas, lesiones, rapto, violación, asalto y robo a mano armada.
Era un joven delgado, morocho y “pintón” para las mujeres; desde un pacífico pueblo de provincia, como es nuestra ciudad, se convirtió en el enemigo público Nº1, buscado tenazmente por la policía de varias provincias.
El Pibe Cabeza al morir tenía 26 años. El 9 de febrero de 1937, mientras se festejaba en el barrio de Mataderos el tradicional carnaval, una patrulla policial le daba muerte en la esquina de Guardia Nacional y Juan Bautista Alberdi, en el corazón de la Capital Federal. Moría uno de los delincuentes más famoso y buscado de esos años.
Luego de su desaparición física, su madre Gregoria, muy dolorida, señaló que Roberto –su hijo- empezó a delinquir por resentimiento. Explicó que la bronca fue acumulándose, porque su padre, un conocido caudillo del Partido Socialista en aquella época en nuestra región fue duramente golpeado varias veces, por sus enemigos ideológicos y autoridades policiales. Eran años difíciles para reclamar por justicia social. Esta situación marcó a Gordillo para toda la vida y le habría forjado una personalidad contestataria y violenta.
Su fama, por su novelesca vida, llegó a tal extremo, que en 1975 se realizó el rodaje de una película dirigida por Leopoldo Torres Nilsson, titulada “Pibe Cabeza”, el rol del delincuente fue interpretado por Alfredo Alcón.

Su vida en Colón
Luego de varias entrevistas con testigos que vivieron en esa época y que conocieron al Pibe Cabeza, pudimos determinar que pudo ser de uno o dos años el período en que habría puesto un paréntesis en sus correrías delictivas, viviendo en nuestra ciudad. Ese período correspondería a los años 1933 y parte de 1934.
En nuestra ciudad, habría tenido domicilio en la esquina de 44 y 14. Por aquella época era un ranchito bajo, con un techo de paja y en un barrio, (ahora Centenario) en aquel entonces deshabitado. (Nota de GQTVA: es muy probable que sea la esquina donde actualmente funciona un lavadero de autos, hasta principios de los ’90 existía el antiguo rancho).
Otro posible lugar de residencia habría sido en la intersección de 45 y 19. En esa esquina había una “tachería” que pertenecía a Don Juan Di Santi; nuestros informantes dicen que en su fondo, tenía una pequeña pieza ocupada por el famoso delincuente, que estaba en nuestra ciudad sin que nadie supiera de su frondoso prontuario. (Nota de GQTVA: se le llamaba “tachería” a un lugar donde arreglaban ollas y afines, deriva de tacho).
Puede que haya habitado en los dos lugares, primero en el de la calle 44, luego con trabajo fijo y un sueldo seguro, se mudó a la pieza de calle 45, mejor ubicada y más cómoda.
Durante ese tiempo trabajó en una peluquería (que ya no existe). En el presente estaría ubicada frente al Centro de Jubilados y Pensionados. (Nota de GQTVA: tiene que ser al lado de la casa de Patricia Presutti, prestigiosa fotógrafa colonense). Su dueño, de apellido Lacaba –un hombre al que le gustaba recitar poesías y tocar la guitarra criolla- necesitaba un ayudante para su negocio y puso un aviso en el diario.
Se presentó un muchacho flaco y con traje azul, como le gustaba vestir al Pibe Cabeza. Para los habitantes de este barrio, llamaba la atención su prolijidad y buen gusto. Se peinaba a la gomina; era el clásico petitero. El peluquero Lacaba lo contrató como oficial en su negocio.(Nota de GQTVA: una persona esforzadamente prolija, hay un anacronismo en esta definición, quizás de la redacción del prestigioso bisemanario, ya que petiteros se los denominarían años después a los jóvenes de esas características pero no en el ’30).

La veta romántica
Siempre se lo veía a Gordillo barriendo la vereda o el local donde funcionaba la peluquería. Afable y conversador se ganaba la confianza de los parroquianos; además le gustaba jugar con los niños de la cuadra.
En el presente, son varias las personas que recuerdan su paso hacia el trabajo y algunas caricias en las cabecitas que les hacía el que sería un temible delincuente, previo regalo de algún caramelo.
En el tiempo en que Gordillo vivió en nuestra ciudad, se puso de novio. Era un hombre pintón y entrador. La novia pertenecía a una familia adinerada. Las normas rígidas de aquellos años con respecto a las clases sociales, hicieron que los progenitores se negaran al idilio. La chica, de fuerte carácter, se impuso finalmente. El noviazgo duró hasta que el Pibe Cabeza desapareció misteriosamente.
Hoy la mujer tiene casi noventa años y reside en un geriátrico de nuestra ciudad. Por obvias razones su nombre quedará en reserva.
Muchos de los consultados señalan que Gordillo era un hombre bueno y como se estilaba en aquella década, parte del producto de sus delitos era destinados a ayudar a los pobres.

Mecánico propio
Por aquellos años, existía un taller mecánico cerca del boulevard 17, en lo que es ahora el Barrio Belgrano. El propietario de ese lugar se encargó de mantener en óptimas condiciones mecánicas el vehículo del Pibe durante mucho tiempo.
En esta parte de la historia está claro que el Pibe Cabeza una vez que desapareció regresaba de incógnito a Colón, luego de algún hecho delictivo. Esto podría ubicarse en los años 1935-36. Ya no era como poco tiempo antes, que vivió en nuestra localidad durante dos años, de manera ininterrumpida y “pacíficamente”.
Años después, y dos días antes de que el mecánico falleciera de un síncope en la calle, en lo que es en el presente la 48 (Nota de GQTVA: es probable que haga referencia al Bar Avelino por ese entonces estaba en 48 entre 19 y 20 donde actualmente está la heladería Caro), confesó su actividad en el engranaje delictivo, a una mujer que todavía recuerda con temor ese diálogo.
También otro testigo señaló que Gordillo, en esos días de frenesí delictivo, alquilaba una quinta en el actual Barrio Rivadavia. En ese lugar siempre había dos parvas de pasto. El motivo era sencillo, escondía debajo de ellas los autos utilizados para sus correrías.
En cambio, la casa –por ser un lugar solitario- era utilizada por él y sus secuaces. La quinta era usada hasta que se calmaran las aguas y la persecución policial, luego de cada asalto.

Desaparición sin rastros
Un día, este “oficial de peluquero” desapareció sin dejar rastros. Luego cobraría notoriedad. En uno de sus asaltos en la provincia de La Pampa, la policía cayó sobre él. Se efectuó un fuerte tiroteo y toda la banda fue perseguida. Los bandidos se replegaron a la ciudad de Junín. En esos días, dos familias de miembros activos de la banda –cansadas de vivir perseguidas- se instalaron en Colón, donde comenzarían una nueva vida. Nuestros informantes expresaron que jamás incurrieron en nuevos actos delictivos y por el contrario, fueron gente honesta y “de trabajo”.

En nuestro cementerio
La tradición oral es una fuente importante para rearmar la historia. Nuestro cronista se entrevistó con una dama octogenaria que conoció bien al “Pibe Cabeza”.
Según su testimonio, el cuerpo del delincuente fue sepultado en total anonimato en el cementerio local. Señaló que el operativo se realizó en horas de la madrugada, para que nadie se enterara. El cadáver fue depositado en un nicho.
Esta mujer, que por motivos obvios no identificaremos, señaló: “el lugar donde se encuentra es a unos diez metros a la derecha de la gran cruz”. También aseguró que “hasta no hace mucho tiempo, unos 6 o 7 años, para el 9 de junio –día del nacimiento de Gordillo- o para el 9 de febrero –aniversario de su fallecimiento- depositaban algunos ramos de flores en ese lugar”. (La producción de GQTVA fue hasta el lugar pero no lo encontró).
Existen indicios ciertos de que el cuerpo fue enterrado el 1º de marzo de 1937, bajo otro nombre, que no revelaremos. Al ir a corroborar algunos datos, el cronista de este medio se encontró con que en el nicho donde estarían los restos de “El Pibe Cabeza”, habían depositado un ramo de flores. Hacía sólo unos días que se había cumplido un nuevo aniversario de su muerte.
Quién pudo haber llegado al cementerio local, pasado el medio siglo de la muerte de Gordillo, para tributarle ese íntimo homenaje.


Un hijo o hija
Un delator de su propia banda, de apellido Ritandale, dio las pistas a la policía para que tendiera un cerco en torno de “El Pibe” y su lugarteniente “El vivo” Caprioli.
El 9 de febrero de 1937, una comisión policial integrada por H. Fassio, D. Russo, C. Morales, y C. Antequera , mantuvo un enfrentamiento en el barrio de Mataderos con ambos malhechores. El tiroteo fue intenso.
El “Pibe Cabeza” se parapetó detrás de un árbol y respondió el fuego cruzado. Recibió un balazo, que le ingresó por la axila derecha y que provocó su muerte instantáneamente. Murió abrazado al árbol.
En ese momento Gordillo estaba casado con Ester Romano, de 19 años de edad. La joven estaba embarazada.
Hoy, de vivir el hijo del Pibe Cabeza tendría 57 años de edad. Su identidad se pierde en los laberintos del tiempo.
Aunque en el presente muchos señalan que vive en una ciudad cercana a Colón, que podría ser Venado Tuerto, esa es una historia que merece otro capítulo.

Principales delitos
-En General Pico, La Pampa se enamora de una joven. La familia al igual que en Colón, se opone al romance. Gordillo rapta a la novia; en su huida hiere a la madre de su novia, con un balazo derecho. Lo capturan y procesan, cumple 8 meses de cárcel en Santa Rosa, provincia de La Pampa.
-En la estadía en la cárcel se relaciona con Federico Cherrubio, alias “La Chancha”, un miembro activo del hampa.
-En Rosario, lugar donde se traslada se hace “cafisho” prostituyendo a algunas damas; “datero” en el hipódromo además de “descuidista y punguista”, aprovechando la concentración de personas.
-Entra a la banda de Antonio Moreno, compuesta por el “Negro” Motta, “el nene” Oscar Martínez y Antonio Caprioli, alias “El vivo”.
-Asaltan a un comerciante de aceites en Rosario, llevándose $6000.
-Asaltan la tesorería de la facultad de Medicina; la administración de Mataderos Municipales y la compañía de tabacos Nobleza Piccardo, además de otros hechos delictivos de iguales características en Santa Fe, Buenos Aires y Rosario.
El 27 de octubre de 1936, asaltan la joyería de Antonio Guglielmi, en la calle Maipú 1135 de la ciudad de Rosario; se llevan $60.000 en alhajas, una barra de oro y $1500 en efectivo.
-La banda mata al cabo de policía Santiago Contreras en un camino rural entre Rosario y Colón. Las fuerzas del orden nunca se lo perdonarían y redoblarían los esfuerzos para capturar a toda la banda, que ya capitaneaba el “Pibe Cabeza”. Fue el comienzo del fin para el delincuente.

6 comentarios:

El abuelo dijo...

Por allá en la decada del 60 se podia observar los impactos de balas en la pared
de ladrillos a la vista de un fabrica,creo
que fabricaban envases de vidrio y creo que eran tres impactos y lo mismo en el arbol donde se protegió , serian dos dispa
ros ,la calle es la Av.Juan B.Alberdi y a
metros de Guardia Nacional , del barrio de Mataderos.

HOMBRE DE LA ZONA DE COLON dijo...

NO ERA UNA FABRICA DE VIDRIO, ERA UNA BARRACA DE CUEROS.-

Anónimo dijo...

ESTUDIANDO FARMACIA NOS LLEVARON A LA MORGUE DE LA POLICIA FEDERAL Y EN EL MUSEO DE LA MISMA SE ENCUENTRA EN EXHIBICION LA CABEZA DE ESTE MUCHACHO EN UN RECIPIENTE ACRILICO.ASI QUE LO ENTERRARON MAS O MENOS ME PARECE.

galayco dijo...

en la manzana de av. Alberdi i guardia nacional todavía funciona la curtiembre de villarino la hispano argentina.

Unknown dijo...

Se me vino a la mente la historia de este muchacho, no sé porqué, pero me acuerdo que mí viejo, que iban a la iglesia evangélica, tenían un cassette con el testimonio del pibe cabeza, ya entregado a Dios, pude ser? Nunca me voy a olvidar del testimonio ese, relatado por él ( según lo de la cinta)

Unknown dijo...

Por.lo se mi abuelo que era personal de policia Federal estuvo en ese enfrentamiento y me lo conto en varias ocaciones. Si fe en la curtiembre Hispano Argentina.